Ghazghkull Mag Uruk Thraka




.
Este especimen sólo muy recientemente ha podido ser estudiado en profundidad. Durante muchos años, su horripilante aspecto de cyborg fuertemente armado, tan complejo como su nombre, ha disuadido incluso a los biólogos más arriesgados, por temor a sus presuntas ansias depredatorias.


Por fortuna para la ciencia, Indiana F. Barrie se atrevió en fechas recientes a desafiar el peligro, merced a los últimos avances en instrumentos científico-defensivos. Así, tras arduas investigaciones in situ pudo comprobar sin lugar a dudas que el formidable aspecto de este ejemplar es puramente virtual, un espejo creado gracias a la especial habilidad cibernética de la criatura.

En realidad, se trata de una araña diminuta, de la familia de la anacoreta de motas verdes, aunque sin la capacidad letal de esta última. Tiene, además, la característica singular de poseer muchas más patas de las ocho habituales en el resto de los arácnidos, aunque dada la rapidez con que se mueve no se ha podido determinar con exactitud cuántas sean. A falta de análisis de ADN, Barrie aventura la hipótesis de que dicha característica puede ser debida a una mutación provocada por el exceso de microondas a que en algún momento de su vida se vio sometido, dada su afición por devorar palomitas a todas horas.

No obstante, esta mutación, lejos de ser un inconveniente, le aporta claras ventajas sobre sus congéneres para desenvolverse en su hábitat natural, internet, así como para construir redes extraordinariamente extensas y eficientes con que atrapar su fuente natural de proteínas, con que complementa su dieta de palomitas: los pollos que, incautos, pululan por su hábitat, ajenos al peligro que los acecha. Barrie ha comprobado que, cuando va de caza, abandona su armadura virtual, sin duda porque su insignificantge aspecto real le ayuda a pasar desapercibido. Una vez capturada la pieza, suele devorarla después de asada. Curiosamente, mientras realiza la ingesta, proclama con chirriante vocecilla que tal alimento le desagrada sobremanera.

Mención aparte merece el especial cuidado –rayando en la manía- con que mantiene su amada red. Barrie ha documentado casos en que algún merodeador incauto (o no tanto) ha osado criticar su orden inmaculado o, mucho peor todavía, estropear una mínima parte de su delicada estructura, pudiendo comprobar cómo en tales supuestos, el Ghazghkull hace uso de toda su potencia virtual, transformándose en un remedo de Júpiter tonante con dolor de muelas, de tal forma que el desgraciado infractor no tarda en ser pulverizado por semejante poderío, disolviéndose en la nada.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Anonymousfinder´s Bestiario | TNB