LOS MORADORES

Algunas veces, por vacaciones u otros motivos, nos alojamos en una casa donde nunca habíamos estado. Tal vez en el campo, con rumor de árboles y hermosas vistas. Las habitaciones son amplias, cómodas, con mucha luz. También hay un salón con un sofá, apto para echarse la siesta con el pretexto de ver la tele, y una cocina suficiente para nuestras exigencias culinarias, no muy grandes. Tal vez, incluso, haya un pequeño jardín, o un patio con una fuente que canta.

Todo va bien, y al llegar la noche nos vamos a la cama, felicitándonos por haber elegido un sitio tan bueno. Hasta que, de madrugada, nos despierta la sed, nos encaminamos descalzos a la encantadora cocinita y, al dar la luz, sorprendemos la carrera enloquecida de las cucarachas.


Syria


Misteriosa especie de la familia Lemuridae, se piensa que arcaismo viviente, postulándose su papel como eslabón perdido. Piensan los científicos, a falta de la captura y autopsia de un ejemplar, que tiene relación con el género Eulemur, por el hipotético parecido a Eulemur coronatus y Eulemur rubriventer, considerando sin embargo el tamaño como factor discrepante, puesto que Protoeulemur Syria (prov. Cam. Ed. Ser.) es algunos centímetros más grande que un bonobo hembra adulto. Sibilina, excepto durante la época de celo, en que sus discretos y concisos aullidos han dado lugar a numerosas leyendas, hace vida nocturna entre ruinas, como en el foro romano, donde algunos turistas borrachos dicen haberla visto. Se cree que construye nidos en las catacumbas, entre esqueletos, columnas, calaveras, y restos variados, buscando tranquilidad lejos de cualquier presencia. Debe destacarse el curioso fenómeno de mutualismo con individuos de Felis catus, con los que comparte guarida y alimentos, bien ratoncillos, gusanitos con sabor a queso o barbacoa o restos de bocadillos. Incluso se ha encontrado calaveras y tibias humanas en nidos abandonados, aunque el trágicamente fallecido Walter Evans asevera que eran restos anteriores a los nidos. En este sentido, deben referirse los estudios de campo de Evans W. y Lidwik M. sobre sus cagarrutas, como fuente para determinar la agresividad.


Por otra parte, si se hace caso al relato de Walter Evans, que, mientras observaban la oscuridad del cielo, consiguió acercarse a unos individuos antes que le lanzaran una piedra de medio kilo a la cabeza y desaparecieran, el Protoeulemur Syria (prov. Cam. Ed. Ser.) concuerda con la terrible descripción realizada por unos monaguillos que volvían al Vaticano, destacando que, ciertamente, muerden. Se hace preciso añadir respecto a la mata de pelo oscuro ligeramente hacia atrás, que definitivamente se cree que es el resultado de mesárselo con las manos pringosas de ganchitos y fritos y luego arrastrarlo por encima de los cadáveres de las catacumbas en su retorno al nido. En todo el ámbito científico se esperan con expectación los resultados de la cacería del doctor J. Kaufmann en la Damasco antigua, para conocer mejor a este protolémur ruderal gigante, en especial si es vector portador de la gripe aviar y si su piel resiste las jeringuillas usadas, como aseveran los drogatas.

Loclien

Cruce de dibujo manga, oso de peluche y jirafa, cuyo hábitat es aún hoy objeto de controversias en la comunidad científica. Durante muchos años, partiendo de sus propias manifestaciones, se pensó que vivía en Irlanda, pero estudios recientes afirman que esto no pasa de ser una forma astuta de camuflaje, ya que su patria espiritual es el Japón, como lo demuestra su amor desmedido por los mochis. No obstante, esta afirmación ha sido puesta en duda por algunos biólogos, que apuestan por un origen indopaquistaní, visto su apasionamiento por el curry, que le hace lanzar peculiares alaridos de júbilo cuando lo descubre, procediendo a continuación a deglutirlo en cantidades prodigiosas. A consecuencia de ello, la acumulación de dicha sustancia en el organismo (incapacitado para digerirlo en su totalidad) le ha ocasionado problemas neurológicos, el más sobresaliente de los cuales es un pronunciado daltonismo, aparte de su incapacidad para discernir el día de la semana en que vive y realizar tareas asequibles a casi todas las criaturas pluricelulares del foro, como, por ejemplo, poner en funcionamiento un teléfono móvil.

Digna de mención es también su capacidad de amar u odiar desaforadamente, sobre todo cuando se adentra en la selva de la literatura. Así, es notorio su amor por una muchacha de pelo (antes) largo, grafómana impenitente y bookcrosser clandestina, que responde al inusual nombre de Espido. No por ello desdeña otras pasiones, entre ellas la que profesa por un absurdo juego de cartas de equívoco nombre (tan corto como largas son las partidas), sin olvidar su probada eficiencia en juegos de rol, y, en definitiva, todo aquello que pueda elevar aún más su categoría de friki.

Sus odios merecen punto y aparte, especialmente uno que le ha hecho merecidamente famoso en terrenos del foro: su fobia absoluta, sin fisuras ni matices a la famosa y reputada obra literaria “el guardián entre el centeno”, cuya sola mención le produce importantes y peligrosos efectos secundarios. Los científicos han reseñado episodios de mutación en el pelaje, que en cuestión de segundos pasa del color castaño habitual al verde oscuro con lunares fucsia, unido a la tendencia a proferir alaridos inarticulados, pero con clara voluntad de insulto hacia el libro maldito. Afortunadamente, vuelve a la normalidad poco tiempo después, si bien se mantiene como síntoma estable la tendencia a proponer a Holden Caulfield como sacrificio humano en las orgías del foro, mediante su quema en una pira, usando como combustible todas las ediciones del mencionado libro.

Calístide



Se trata de una ameba gigante, ser unicelular, y en consecuencia no dotada de órganos diferenciados, compuesta de una sustancia semiviscosa e inconsistente. Los científicos que han tenido la paciencia de estudiar al especimen, han gastado incontables horas en determinar su naturaleza, llegando a la conclusión de que, aunque animado de vida rudimentaria, se compone de un material de gran similitud con el blandiblub y, por tanto, muy amado de los niños y otros seres de mente sencilla. Algunos le han postulado un parentesco con los relojes blandos de Dalí, aunque sin capacidad ni idea alguna de cómo puede marcarse la hora.

Su única complejidad reside en su nombre, mucho más grande de lo que correspondería a un ser tan simple. Por desgracia, no es mérito suyo, pues lo pirateó de un relato de otro bookcrosser. Su tendencia a la apropiación indebida se extiende también a la frase que utiliza como firma (una vez abandonada su propaganda sobre las virtudes del kiwi), aunque sus intervenciones hacen sospechar que la utiliza solamente por vistosa, no porque entienda su significado.
Ello no obstante, el protocerebro de la criatura (residente en lugares indeterminados y mutables de su sustancia) ha concebido la idea de que es muy ingeniosa; idea que, por cierto, no se ve corroborada por su comentarios y que asimismo se ve desmentida por su flagrante desconocimiento de las más elementales normas ortográficas, que pone de manifiesto en sus brincos y piruetas por el foro.

Hay que decir, en cambio, que la plástica naturaleza de su materia primigenia le da la interesante capacidad de mutar de aspecto, pudiendo alcanzar prodigiosos aumentos en las zonas de su cuerpo virtual, según su capricho, como puede comprobar de visu cualquier forero que haya contemplado el prodigioso culo hello Kitty con que se adorna últimamente. En consecuencia, la comunidad científica ha aventurado la hipótesis de que podría someter a engrandecimietos semejantes a su protocerebro, cosa que reportaría innegables beneficios a la criatura. No obstante, hasta el momento no hay indicios de que vaya a producirse semejante mutación.
En los últimos tiempos, ha manifestado indicios de atracción hacia otra criatura unicelular de nombre absurdo, aunque las características de ambas hacen pronosticar que, si se produce algún acercamiento, sólo podrá culminar en una unión rudimentaria y carente de interés.

Anonymousfinder


Hasta ahora, ningún científico ha conseguido captar una imagen de la bestia. Es una sombra, una nube de vapor, una nada. Sin embargo, y esto es lo inquietante, su existencia es indudable. ¿Qué bookcrosser de bien no habrá sentido o habrá creído sentir su aliento en la nuca mientras liberaba amorosamente un libro al pie de alguna estatua, o en un recodo de un callejón sombrío? ¿Cuál de ellos no le habrá maldecido, impotente, cuando veía sus libros cazados por él y sabía que jamás volvería a tener noticias de ellos?

Pues su principal alimento son los libros ajenos, que apila, acumula, amontona, acapara en sus oscuras guaridas, a la espera del mejor momento para devorarlos, siempre ávido, nunca harto.

Hay que decir, no obstante, que, al hablar de oscuras guaridas, los científicos no hacen sino suposiciones, no corroboradas, por desgracia, por ninguna prueba empírica: nadie ha logrado ver nunca el lugar donde se oculta la criatura tras sus fechorías predatorias. Tan sólo alguna hoja suelta, rota, desgarrada, de un libro, revoloteando miserablemente, da testimonio de su presencia en algún páramo desierto, tras su feroz ingesta de letra impresa. No es ésta prueba concluyente, pues jamás se han encontrado heces abundantes en celulosa en las proximidades. Esto ha llevado a algunos investigadores, más llevados por el afán poético que por el rigor científico, a aventurar la hipótesis de que la criatura, merced a un prodigioso sistema asimilatorio, aprovecha hasta la última tilde impresa, sin evacuar nada.

Su existencia está datada, al menos, desde la aparición de Bookcrossing, en 2001, aunque determinados rastros encontrados en las mastabas, amén de la biblioteca de Alejandría, hacen sospechar su presencia ya en tiempos de los egipcios.

Pero todo ello no pasan de ser meras hipótesis, palabras, pensamientos vanos llevados por el viento. Lo único cierto es que vuestros libros, vuestros amados libros no volverán a dar señales de vida, porque él habrá hecho presa en ellos para convertirlos en su obsesion y su alimento.

Y no podreis evitarlo, puesto que vuestra actividad favorita es su razón de ser.


Ingenuos.

Urtx

Curioso animalillo, con una extraordinaria capacidad para mutar, por pura diversión, en muchos otros, dependiendo tan sólo de lo que su fértil imaginación le dicte. Así, ha pasado por variadas naturalezas, incluida alguna de gran ferocidad, con marcado gusto por el hígado crudo, poco acorde a sus hábitos usualmente pacíficos.

Se trata de un pequeño mamífero, en consonancia con su breve nombre, de pelaje multicolor, excepto una coronilla despejada, lo que le produce la obsesión de tener cualidades de santo, cosa que le llena de justo regocijo. Entre sus rasgos más característicos destaca el bilingüismo, que cultiva con tal entusiasmo que incluso se atreve con idiomas cuya ignorancia suple a base de tozudez. Es amante de los bosques vírgenes, la alta montaña y sus ríos y fuentes, en tanto hábitat de bichos interesantes y, por consiguiente, comestibles. Manifiesta igualmente su afición por los estanques soleados, donde gusta de flotar largas horas entre dos aguas, el sol en la coronilla, sin más actividad aparente que abrir la boca, para que sus moradores se introduzcan en ella y le sirvan de almuerzo. Esta falta de discriminación suele acarrearle desfallecimientos súbitos por la falta de proteínas de la ingesta, e incluso principios de envenenamiento. No obstante, su principal alimento lo constituyen las raíces que extrae de los árboles donde construye su santuario. Es aficionado a las bromas, que acumula machaconamente hasta que pierden la gracia, momento en que las lanza soberbiamente a los pequeños ungulados que se aventuran bajo su recóndita madriguera arbórea.

Una de sus rasgos más peculiares, y que es necesario tener en consideración, es la de estar provisto de un órgano especial, que él gusta denominar como “lo que no suena”, y que mucho tiene que ver con su amor por las raíces. Hay que advertir que no conviene tocárselo pues, en ese caso, su suave pelaje se transforma en una dura coraza de afiladas espinas y su afable comportamiento habitual se ve sustituido por otro más propio de un leopardo al que le han quitado la merienda. Cuando vuelve a su estado habitual, su natural pacífico le hace arrepentirse de su actitud, lo que le lleva a intentar autodisolverse, como penitencia.

Mala Mujer

Ejemplar de la familia de los trolls, y, por ello, susceptible de cambiar de aspecto a capricho. A tal fin, utiliza sin ningún escrúpulo los recursos que sustrae de las madrigueras existentes en internet, su hábitat natural. Poe ejemplo, se ha provisto de unas piernas de longitud imposible, obtenidas mediante un descarado uso del fotoshop, con las que se pavonea descaradamente en las redes sociales con la intención de atraer incautos varones.

Tiene una tendencia muy marcada hacia el erotismo compulsivo, que ejercita (o lo intenta) sobre todo con otros trolls, mostrando una gran debilidad por los individuos hirsutos de esta raza, sean lobos o militares, a los que intenta seducir con las habilidades más arriba indicadas. Cuando no lo consigue, utiliza para consolarse el onanismo literario, alumbrando relatos eróticos no muy logrados. Como hembra dada al exhibicionismo narcisista, trata de convencer a los que la contemplan de que es una pantera negra, aunque, al igual que otros especímenes del foro, se tiene por mucho más de lo que es en realidad. Estudios cientificos objetivos apuntan a una naturaleza felina, pero perteneciente a la familia felix silvestris catus.

Sus hábitos alimentarios muestran una acusada preferencia hacia el chocolate, que prefiere fundido y presentado sobre alguna zona interesante del cuerpo masculino. Ello no obstante, cuando el hambre aprieta no tiene inconveniente en zamparse una tortilla de patatas e incluso un bocadillo de mortadela. Desgraciadamente, esta tendencia a la gula le crea problemas de línea que le hacen alejarse cada vez más de su ideal de elástica pantera y caer decididamente en la naturaleza gato casero con sobrepeso.

HORRIPILANSFINDER


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Su hirsuto nombre esconde, en realidad, una subvariante de los calvinistae de ordenanza estricta, probablemente la más cercana al tronco original. Se caracteriza por una rigidez generalizada en las articulaciones, que le impide flexionar el cuello y las rodillas, lo que le ocasiona no pocos problemas para interactuar con el mundo. Son de una delgadez extrema, especialmente las hembras de la especie, más por convicción que por genética: en efecto, consideran que un solo gramo de grasa, adquirido, para más señas, mediante la ingesta de nutrientes apetecibles, sería un pecado de lesa ideología. Así, se alimenta ante todo de zarzas y abrojos, lo que no hace sus digestiones especialmente gratas. Sin embargo, ello les complace sobremanera, pues contribuye en gran medida a su extremo rigor intelectual y espiritual.

En coherencia con dicho sentido del rigor, tiene una absoluta adoración por el poder, enfureciéndose de manera harto llamativa cuando alguien se atreve a criticar o poner en duda la excelsitud de cualquier ser que ostente algún tipo de mando. Es entonces cuando se eriza, aumentando hasta dos veces su tamaño. Su nombre viene, precisamente, de esta característica, ya estudiada por Alfred J. Stoker, primer científico que emprendió (con gran riesgo de su vida) el estudio de una criatura hembra de la especie. La otra parte de su nombre (finder) es debida al feroz afán con que busca polémicas que le permitan irrumpir en el foro como un elefante (extremadamente flaco) en una cacharrería.

Se dice que la hembra de la especie tiene la costumbre de devorar al macho tras la cópula, pero Stoker insiste en que se trata de una leyenda urbana sin ninguna base científica. Hace hincapié, en cambio, en el afán, maniático pero mucho más presentable, con que prohija y cuida a los pequeños gusarapos desamparados que encuentra entre las zarzas que constituyen su alimento.

Frantic


Las Frantics son seres muy difíciles de encontrar debido a su extraordinario camuflaje natural, pero si alguna vez el desprecavido viajero se topa una, por supuesto de improviso, la primera reacción es de espanto, pues tiene ante si un ser parecido al Minotauro, poderoso, ávido de carne y sangre, que lo mira con ojos fijos y mueve la cabeza lentamente, quizás rumiando por que lado atacará, mientras bufa y rebufa, henchido de ira.

Sin embargo, el aterrorizado viajero no sabe que las Frantics son en realidad un linaje de los desaparecidos perezosos gigantes, que ha sobrevivido adaptándose a las difíciles condiciones de los Monegros y mimetizándose con su entorno. En este sentido, debe resaltarse que su parecido con el Minotauro es debido a la convivencia durante cientos de miles de años con los uros que campaban libremente por el entonces verde valle del Ebro. De ellos tomaron las formas y maneras, quizás algo bruscas y brutas, pero relativamente pacíficas, como corresponden a un herbívoro sensu esticto.

Desertificada la zona, y dominada por el recien llegado hombre (y mujer) de cromagnon, que en sus ansias alimenticias también acabaron con los rebaños de uros, las Frantics se encontraron ante un nuevo reto, esquivar a los hambrientos homínidos antes que acabaran también con ellas. Así, al igual que sus parientes pequeños del Amazonas, optaron por la simbiosis, y si a estos les crecen microalgas en el pelo que les dan una tonalidad verdosa, a los Frantics les crecen líquenes pardo rojizos en las crines, confiriéndoles aspecto de matorral o pedrusco. De aquí que sean tan difíciles de discernir y proporcionen no pocos sustos. Corren numerosas historias sobre este particular, desde la de los excursionistas que plantaron una tienda de campaña y durmieron sobre una Frantic, a la del viajero que se puso a orinar donde estaba comiendo un ejemplar de esta especie, cayendo todos ellos fulminados por el pánico ante la comprensible reacción iracunda de la criatura.

Ghazghkull Mag Uruk Thraka




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Este especimen sólo muy recientemente ha podido ser estudiado en profundidad. Durante muchos años, su horripilante aspecto de cyborg fuertemente armado, tan complejo como su nombre, ha disuadido incluso a los biólogos más arriesgados, por temor a sus presuntas ansias depredatorias.


Por fortuna para la ciencia, Indiana F. Barrie se atrevió en fechas recientes a desafiar el peligro, merced a los últimos avances en instrumentos científico-defensivos. Así, tras arduas investigaciones in situ pudo comprobar sin lugar a dudas que el formidable aspecto de este ejemplar es puramente virtual, un espejo creado gracias a la especial habilidad cibernética de la criatura.

En realidad, se trata de una araña diminuta, de la familia de la anacoreta de motas verdes, aunque sin la capacidad letal de esta última. Tiene, además, la característica singular de poseer muchas más patas de las ocho habituales en el resto de los arácnidos, aunque dada la rapidez con que se mueve no se ha podido determinar con exactitud cuántas sean. A falta de análisis de ADN, Barrie aventura la hipótesis de que dicha característica puede ser debida a una mutación provocada por el exceso de microondas a que en algún momento de su vida se vio sometido, dada su afición por devorar palomitas a todas horas.

No obstante, esta mutación, lejos de ser un inconveniente, le aporta claras ventajas sobre sus congéneres para desenvolverse en su hábitat natural, internet, así como para construir redes extraordinariamente extensas y eficientes con que atrapar su fuente natural de proteínas, con que complementa su dieta de palomitas: los pollos que, incautos, pululan por su hábitat, ajenos al peligro que los acecha. Barrie ha comprobado que, cuando va de caza, abandona su armadura virtual, sin duda porque su insignificantge aspecto real le ayuda a pasar desapercibido. Una vez capturada la pieza, suele devorarla después de asada. Curiosamente, mientras realiza la ingesta, proclama con chirriante vocecilla que tal alimento le desagrada sobremanera.

Mención aparte merece el especial cuidado –rayando en la manía- con que mantiene su amada red. Barrie ha documentado casos en que algún merodeador incauto (o no tanto) ha osado criticar su orden inmaculado o, mucho peor todavía, estropear una mínima parte de su delicada estructura, pudiendo comprobar cómo en tales supuestos, el Ghazghkull hace uso de toda su potencia virtual, transformándose en un remedo de Júpiter tonante con dolor de muelas, de tal forma que el desgraciado infractor no tarda en ser pulverizado por semejante poderío, disolviéndose en la nada.

Ayhesa


Ayhesa

Misterioso individuo de la familia Lemuridae, se cree que fósil viviente, discutiéndose su papel como eslabón perdido. Creen los zoólogos, a falta de la caza y disección de un individuo, que es un linaje relacionado con el género Eulemur, por el supuesto parecido formal a Eulemur rubriventer y Eulemur coronatus, si bien la diferencia de tamaño, puesto que Protoeulemur Ayhesa (prov. Ser. Cam. Ed.) mide unos pocos centímetros más que un chimpancé hembra adulto. Discreto, excepto durante la època de celo, en que su aterrador barrunto ha dado lugar a numerosas leyendas indígenas, y de costumbres arborícolas, se sabe que construye nidos en las sombras del cuarto o quinto estrato arboreo, buscando tranquilidad lejos de la vista de cualquier depredador. En este sentido, es preciso destacar un extraño fenómeno de mutualismo con individuos de Profelis aurata, con los que comparte nido y comidas, bien ratoncillos, serpientes, carroñas, gusanos y coleópteros, macacos enanos, e incluso se ha encontrado calaveras y tibias humanas en nidos abandonados, hecho que ha originado más leyendas locales. En este sentido debe referirse los estudios preliminares de Lidwik M. y Evans W. sobre sus egagrópilas como fuente para determinar la peligrosidad.

Segun la descripcion de Walter Evans, que, mientras parloteavan desenfrenadamente, consiguió acercarse a unos veinte metros de un grupo antes que le lanzaran toda clase de objetos y huyeran aullando, el Protoeulemur Ayhesa (prov. Ser. Cam. Ed.) es como se ha descrito previamente, destacando que, ciertamente no tiene pulgar oponible. También referir la mata de pelo oscuro ligeramente hacia atrás, que se discute si con significado para el apareamiento, o a causa del viento en los estratos altos de la selva, o quizás por dormir boca arriba cuando por las tardes caen las tormentas tropicales. Se espera con anhelo en todo el ámbito científico los resultados de la expedición en curso del doctor J. Kaufmann, para conocer más de este protolemur gigante, en especial si es vector portador de la rabia, y si su piel resiste las balas para elefante, como dicen los nativos.

Motleycrue


Motleycrue


Pequeño saltamontes ocelado que brinca alegremente por los foros y lanza alaridos que recuerdan vagamente la música heavy. Se considera especialmente bien dotada para este tipo de canto, pero esta creencia es diariamente refutada por la tozuda realidad, con el inconveniente añadido de que causa frecuentes dolores de cabeza a los que se ven obligados a escucharla. Recientes investigaciones de campo han revelado que tiene su hábitat en pozos diminutos pero de considerable profundidad, donde almacena palomitas de maíz.

Sus características biológicas más destacadas son unas pronunciadas mandíbulas, que han llevado a algunos a suponerla emparentada con las langostas bíblicas, y, más importante, haberse quedado anclada, sin saberlo, en un temprano estadio de crecimiento. Esto motiva que sea especialmente cargante tratar con ella, pues, como es sabido, en la fase larva los ortópteros aún no saben distinguir la sinceridad de la impertinencia, y lleva aparejada la propensión a coger rabietas cuando alguien le lleva la contraria. Por ello, se hace preciso con urgencia un maestro que guíe a la pequeña saltamontes en el arte de la educación para la ciudadanía y la madurez.

Últimamente, se ha refugiado en el foro reservado a los BCeros más jóvenes, donde se siente muy a gusto, pues cree que está rodeada de adultos. Tan sólo realiza salidas esporádicas para dejar constancia de algún pensamiento acorde a su nivel intelectual. Lamentablemente, debido a una alterada percepción de sus propios méritos (vid. referencia a la música heavy), supone que son el colmo de la originalidad y la gracia, lo que le dificulta progresar adecuadamente en su aprendizaje. En sus intervenciones en el foro, gusta de utilizar el método quote/quote/quote/quote… generando mensajes de una longitud que ha merecido mención en el Guiness de los records. Los científicos no se ponen de acuerdo sobre si esto se debe a motivos estéticos o a simple afán de llamar la atención. Esta última tesis se ve abonada por el hecho de que, si no lo consigue, se desencadena la reacción “rabieta” característica del especimen propia de su especie, lo, por desgracia, le hace retroceder varios estadios en su aprendizaje zen.

Caracol-Osvaldo


Caracol-Osvaldo

Pequeño herbívoro ungulado que habita frondas y quejigares umbríos aislados entre las zonas esteparias después del último periodo glacial. Su filum está relacionado con un ancestro común al de las omnivoras cabras blancas y las míticas yeguas lacetanas que en tiempos arcaicos eran fecundadas por el Océano y parían sólo hembras. De aquí que los caracoles-osvaldo tiendan a ser únicamente hembras, con los problemas inherentes a esta situación. Es un animal dado al desorden y la recolección de toda clase basurillas, que regurgita y come con posterioridad. A pesar de vivir aisladamente, su natural es gregario y por ello no duda en desplazarse grandes distancias por las estepas, al amparo del crepúsculo, hasta otros valles y frondas, donde se citan varias individuas de su especie, que permanecen mugiendo y parloteando durante toda la noche, hasta el alba, en que cada ejemplar regresa a su propio vergel, arrastrando bamboleante el peso de las ingentes cantidades de forraje que consume durante el parloteo desenfrenado.

De tendencia espantadiza, su pelaje pardo-morado se eriza ante la intuición de un peligro, al que se enfrenta con un deje fanfarrón que logra a base de balidos guturales y la emitisión de silbidos y ronquidos estridentes. Sin embargo, curiosamente, cuando se encuentra ante la presencia misma del cazador se queda inmóvil en un acto reflejo de supervivencia que le salvaría de su destino como guiso con patatas, si no fuera por su curiosidad innata, que le hace mover ojos, orejas, mofletes y boca nerviosamente. Esta gesticulación ha sido la causa que no pocos individuos de su especie hayan acabado en la barriga de depredadores varios. Asimismo sus testas colgarían en mayor número en las mansiones de los Lords ingleses si no fuera porque, al morir, el rigor mortis lleva al caracol-osvaldo a quedarse con el último gesto efectuado, quizás un ojo cerrado y el otro muy abiero, la boca algo torcida, la lengua medio saliendo.
 
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